jueves, 13 de agosto de 2009

12° Diagnóstico.

La pregunta que había estado esperando surgió de los labios de mi madre postiza.
-¿Entonces por qué se desmayó?
-Nunca previmos que Nessie no estaba acostumbrada a correr grandes distancias. Lo máximo que llegó a correr fue de Forks a Seattle y terminaba rendida-al parecer su hijo ya sabía el resto ya que había alegría en sus ojos-. Estas últimas 8 horas que corrió Nessie fueron demasiado pesadas para ella y su organismo no pudo tanto. Hay que recordar que es en parte humana y al igual que ellos, tiene que descansar. Será mejor llevarla dentro. Altea y Melissa tienen varias habitaciones libres. Podemos usar una de ellas ¿Tú qué opinas Altea?
-Por mí no hay ningún problema, Carlisle-respondió la vampira de cabello oscuro. Al parecer era la que tenía el mando-. Sabes que estamos aquí para ayudarte. Todo sea con tal de ver a Joham muerto…
Ah, la vampira conocía muy bien al vampiro ese. Y al parecer no era de su agrado. Edward negó levemente. Casi nadie lo notó, solo Bella y yo.
-Preferiría no pensar de ese modo-dijo el doctor, siempre tan pacífico.
-Como quieras…-Altea dio un gran suspiro y nos hizo ademán de seguirla-. Es por aquí.
Tomé a Nessie en brazos-de nuevo- y la seguí. No presté atención a la casa. Solo hasta que llegamos a donde se quedaría Nessie.
Era un cuarto muy parecido al que tenían las princesas. Claro que no tenía que saber ese dato hasta un día en el que Quil me obligó a ver “El Diario De La Princesa 2” con Claire. ¡Quil! Lo había dejado sin explicación alguna. Luego le explicaría.
En el centro de la habitación, había una gran cama. ¿Era doble King Size? Estaba llena de almohadas. Nunca habría podido dormir en esa cama. Despertaría con el cuello roto.
Dejé a Nessie en la parte de la cama donde no había tantas almohadas. Con dos bastaría.
Me quedé un rato viéndola dormir. O lo que fuera que estuviera haciendo. Me gustaba más pensar que solo dormía.
Su cara ya no era un rostro en blanco como lo había sido en el bosque. Tenía más aspecto a alguien que duerme profundamente. Sus rizos estaban desordenados y algunos tapaban su rostro. Quité algunos de sus rizos de su rostro y le acaricié la mejilla. Después de todo este tiempo-ya años- que habían pasado, no llegaba a acostumbrarme a que la temperatura corporal de Nessie en ocasiones fuera más alta que la mía. Éramos dos seres diferentes y parecidos a la vez. Diferentes en el sentido de que su vida estaba en el clan vampiro y la mía en una manada lobuna. Diferentes en que ella es más hermosa que el amanecer, más hermosa que el sol en un día nublado. Aun más hermosa que cualquiera Diosa que alguna vez haya existido, en cambio yo, era una bestia fea. Estaba peludo, enorme y sucio. Sucio tal vez no pero lo demás si. Físicamente éramos muy distintos. Eso no era tan malo. No me gustaría parecerme a ella. Yo no era mujer.
Ella y yo éramos parecidos genéticamente. Su rápido crecimiento era igual al que yo tuve hacía unos cinco años más o menos. Su temperatura corporal y la mía eran parecidas. En algo más que nos parecíamos- y era lo más gracioso- era que la pequeña Alice nos encontraba muy difíciles de ver en sus visiones. Si había algo que quisiera ver, era mejor que ni Nessie ni yo estuviéramos cerca. Otro parecido que teníamos era que ninguno de los dos era algo. Si éramos algo pero no con exactitud. Ella era híbrida al igual que yo. Mitad vampiro mitad humana. Mitad lobo mitad humano. Ninguno encajaba en alguna especie de vida. Que deprimente…
Nessie dio un suspiro. Algo soñaba y le parecía frustrante o aburrido. Tenía curiosidad de saber pero decidí dejarla soñar sin que yo me entrometiera.
El día pasó lento esperando que Nessie despertara de una vez por todas. Tanto me aburrió la espera que terminé completamente dormido.
-Jake, despierta- habló una voz dulce despertándome. Nessie acariciaba mi mejilla. Sus cálidos dedos lanzaron chispas que recorrieron todo mi rostro.
-¿Nessie?- que pregunta tan estúpida pero debía asegurarme. ¿Y si era un sueño?
-¿Si, Jake?- contestó con un tono de voz divertido.
-¡Nessie!- di un grito de alivio, me paré con un movimiento veloz y la estrujé entre mis brazos.
-Ja-ak-e-e n-no p-pu-ed-do r-res-spi-rar.
La solté y la volví a abrazar pero más despacio.
-Lo siento- dije disculpándome-. Me pone muy feliz que ya estés mejor. He pasado un tormento.
-Acabo de despertar y ya te pusiste melodramático.
-¿Acabas de despertar?
-Cinco minutos antes que tú.
-Que alegría volverte a ver sonreír.
-Ja- dijo recordando algo que yo no quería que recordara-. Yo estaba enojada contigo.
-¿Si?-pregunté haciéndome el sorprendido.
-Si- dijo sacando la lengua- por lo del hotel.
-Mira, Ness, no me gusta que te enojes conmigo por cosas insignificantes. Sabes que eres una de las cosas que más quiero- realmente era la que más quería- y no me gustaría perderte por babosadas.
-Jake, pero si no son ¿por qué sería? ya que tu lo único que sabes hacer son babosadas.
-Me ofendes, preciosa.
Un rubor llegó a sus mejillas y bajó la mirada.
-¿Qué tienes?
-Yo…
-¡Nessie!- gritó su madre en el umbral de la puerta-.Nessie, mi cielo, que bueno que has despertados…
-Si, mamá, fue solo hace unos minutos.
-¿Por qué no me avisaste, Jacob?- me miró con cara de reprobación.
-¿Yo?- la miré con sufrimiento fingido-. Pero si Nessie fue la que me despertó hace menos de tres minutos y ni tiempo tuve de ir a avisarte. Te juro que si hubiera podido te hubiera dicho... Ya sabes y o siempre, no es que no quisiera, mira en si lo que pasó, bueno, tú me entiendes.
Bella se empezó a reír a causa de mis palabras todas enredadas.
-Está bien, Jacob-dijo terminando de reír-. Te creo.
-Mamá, creo que fuiste muy dura con Jake-dijo Nessie queriéndose reír.
-¿Fue dura?-pregunté con incredulidad.
-Eso parece-dijo Ness con tono burlón-. Estabas más enredado que el cabello de Seth después de tres semanas de andar como lobo.
-Ja,ja.
La semana transcurrió algo rápido. Quil me esperó como lobo hasta que tome mi forma lobuna y le pude contar lo sucedido. Vaya. Quil nunca había estado más de veinticuatro horas como lobo. Las vampiras romanas se habían comportado mejor de lo que esperaba, tenían una cama mucho más cómoda que esa donde me quede a dormir. Su efluvio no era tan diferente al de los Cullen. Creo que tenía que ver mucho con la alimentación. Lo que ellas sabían era que el tal Joham se ocultaba mayormente en barrios bajos ya que se había enterado de que era buscado por los Vulturi. ¿Cómo lo sabían ellas? Le habían dado caza al vampiro desde que las atacó el Montepulciano. Al recordar a las Vulturi me di cuenta que la sanguijuela de cabello claro no estaba desde el incidente de Nessie.
-Fue a informar a los Vulturi sobre nuestro retraso-me había dicho Edward-.Regresará en menos de una semana.
Rayos. Volvería a verle la cara pronto. Y se habían tardado, lo que me hizo sentir un enorme placer.
Lo mejor de la semana fue cuando llegó la duendecillo. Claro con los sentimientos hechos pedazos.


Edward había vuelto la cabeza hacia algún lugar del bosque. Lo sentía, todos lo sentíamos. Era el aroma de Alice y también el de Jasper.
-ALICE-gritamos todos a unísono.
-Hola-dijo tan desanimada como niño que no recibió una pista gigante en navidad.
-Alice…-dijo Edward pero ella lo interrumpió.
-Ya se-dijo monótona-. Lo sientes. No tienes porque disculparte. Ya lo he visto.
-Pero no es una disculpa oficial si no la digo-repuso Edward tomándola de la mano-. Mi pequeña monstruito, quiero pedirte una disculpa por haber herido tus sentimientos el otro día en el bosque. Sabes que yo nunca haría eso pero, estaba tan preocupado por Renesmee que no me di cuenta de lo que hacía. Un monstruo de la histeria se apoderó de mí y…
La pequeña Alice lo abrazó sollozando.
-Fueron los peores dos días desde que Jasper y yo desaparecimos para buscar información sobre la especie de Nessie.
-Fueron días difíciles para mí también.
-Mamá-gritó Nessie desde dentro de la casa-. Escucho a Alice. ¿Es ella?
En menos de un segundo se encontraba en el umbral de la puerta. Al verla se quedó maravillada.
-ALICE-gritó quedándose sin aire al final.
Corrió hacia la vampira y ésta la atajó entre sus brazos al tiempo que la levantaba del suelo.
-Te extrañé tonta-le dijo Nessie a Alice.
-Yo más.


-Los Vulturi se aproximan, Jake-dijo Bella en un susurro procurando no despertar a su hija.
-Maldición-dije mientras chasqueaba la lengua-. Todo iba tan bien…

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