domingo, 8 de noviembre de 2009

20° Trasplante de Corazón.

Salí corriendo detrás de él en cuanto me di cuenta de que pasaría si no lo detenía. Mamá, papá, Emmett, Jasper, Alec y Melissa iban detrás de mí. No me costó mucho encontrar a Jacob pero si alcanzarlo. Ya estábamos en la ciudad cuando Jacob cambió de rumbo. Iba hacia unos edificios cerca del parque donde habíamos estado Andrew y yo. Todos paramos la marcha al estar completamente ocultos. Había sido un gran error llegar a la ciudad corriendo. Por suerte todo estaba oscuro si no habría infinidades de gritos por ver a un enorme lobo merodeando a las afueras de un edificio.
Mi corazón dio un vuelco cuando Andrew bajó las escaleras del edificio. Jacob lo estaba esperando para matarlo y él iba demasiado feliz.
Fui hasta donde estaba Jacob y le agarré la pata antes de que saliera por Andrew. Las lagrimas ya estaban cayendo por lo que me costó trabajo verlo bien.
-Jacob, por lo que más quieras no lo hagas-supliqué con todo lo que pude-. Tu bien sabes que si lo lastimas o… o si lo matas, te arrepentirás por toda la eternidad. Tú no quieres hacerlo, bueno en este momento tal vez si pero solo es porque te dejas llevar por tus arranques. No sé porque te pones así si no me llegó a besar, se que Andrew no te cae nada bien y que me trató de besar pero tú no le caes nada mal a él, es mas siento que le caes muy bien. Sería demasiado doloroso para todos que terminaras con su vida. Sería muy doloroso para mí. Por favor no lo hagas.
Dejó de luchar contra mi agarre y dejó caer su cabeza entre sus patas. Bajó las orejas y comenzó a lloriquear. Fui gateando hasta su cabeza ya que me encontraba en el suelo. Apoyé mi cara en el hueco que había entre su cuello y su lomo. Besé su oreja.
-Así me gusta- dije en su oreja-. Este si es el Jacob que conozco, el que piensa antes de actuar, bueno en la mayoría de las ocasiones. Eres el Jake que escucha razones. El que tanto quiero.
Lamió mi mejilla y comprendí que el asunto quedaba arreglado. Al menos por el lado de Jacob. Sentía que esto solo comenzaba.
Melissa soltó un suspiro de alivio. Se había preocupado por su identidad aquí en Roma. Me podía imaginar los titulares en los diarios. “Enorme lobo rojizo ataca a un joven que iba saliendo de su departamento”. Eso podría ser algo malo.
Andrew fue caminando por la acera al lado contrario del nuestro. Le pedí a Jacob que nos fuéramos. Que no teníamos nada que hacer aquí. Se fue levantando y sus ojos me decían cosas que no todos podían descubrir. Estaba sufriendo. Sufría porque yo sufría. Eso hacía que yo sufriera aun más. Me subí en su lomo y dimos marcha atrás. Nada había sucedido esta noche. Todos comenzaron a regresar a casa de las Ozuna. Jacob y yo fuimos más lento que todos. Nos desviamos y terminamos en un claro. Nos quedamos viendo hacia la nada durante un buen rato. Solo se escuchaba el ruido de los animales nocturnos y del río. No era un silencio incomodo. Era un silencio con el que podíamos pensar. Yo no quería pensar. Yo quería que Jacob supiera que todo estaba bien, que no había por qué preocuparse. Todo había terminado y había terminado lo mejor posible. Andrew estaba vivo, nadie nos había visto y Jacob no era un asesino. Otra cosa más, no me había besado. Puse mi mano en una de sus patas y le transmití mis pensamientos. Sus ojos se encontraron con los míos. Su mirada era tan profunda que me perdí en ella. Reflejaba dolor y felicidad, todo a la vez. Tuve ganas de abrazarlo pero era demasiado grande para mí. Solo pude abrazar su cabeza. Emitió un ruido muy parecido a un ronroneo que me hizo reír. Era más parecido a un gato que a un lobo. Eso me disgustó un poco gracias a mi desagrado por esos animales pero todo lo que tenía que ver con Jacob era lindo.
-Creo que debemos- me interrumpió un bostezo-, regresar a casa.
Hizo una mueca burlona y me recogió con su cabeza. Caí en su lomo y empezó a ladrar en señal de risa. Volvimos a casa siguiendo el aroma de la última expedición. Todos habían subido a sus habitaciones menos mis padres y Melissa. Quería agradecerme por detener a Jacob y poder mantener su identidad secreta. Jacob estaba triste de nuevo. Se sentía culpable por lo que había pasado. Mamá le dijo que no se preocupara, que pronto todos lo olvidarían. Eso era verdad.
Subí mi habitación y me metí a darme un baño. El agua caía sobre mis hombros y eso me relajaba. No era muy de mi gusto bañarme con agua caliente pero en ocasiones como esta se sentía tan bien…
Me puse mi pijama y me metí a dormir. Aunque tenía mucho sueño no podía quedarme dormida. Busqué el reproductor de música y lo prendí. Primero empezó la lista de reproducción que mi padre había escogido para mí. Todas eran hermosas y me ayudaron a conciliar el sueño.
Soñé con Jane Vulturi, más bien era una pesadilla. Tenía sus manos alrededor del cuello de un chico pero no pude identificarlo. Comenzó a apretar sus fríos dedos en el cuello grité para que se detuviera pero parecía no escucharme. Justo cuando pude identificar al chico, sentí los brazos de la tía Alice despertándome.
-Nessie, despierta, necesitas saber lo que está pasando.
-¿Qué ocurre, Alice?
-Es Andrew-dijo mientras la pesadilla venía a mi memoria-. Jane lo atacó.
-¡¡¿Qué?!!
-Está sucediendo ahora mismo- dijo perdiendo la mirada-. Todos van en camino.
-Alice, tengo que ir.
-Lo sé-dijo alterada-. Por eso te desperté. Ve a despertar a Jacob por favor.
Salí de las sabanas y me fui a buscar a Jacob. Estaba dormido en su cama roncando.
Toqué su mejilla y dije su nombre en voz baja. No se despertó así que grité su nombre y le pegué en la mejilla.
Hizo un mojín pero se despertó. Le conté lo sucedido y le costó trabajo entender. Finalmente reaccionó y salimos corriendo junto con Alice y Jasper que quería estar con Alice ante una situación así.
Cuando llegamos en donde estaban todos, era demasiado tarde. Andrew estaba tirado en el piso con varias heridas. No podía saber que era pero estaba muy mal. Se veía en sus ojos azules como sufría. Emmett y Alec estaban tratando de controlar a Jane que estaba atacando a Melissa. Todo era tan confuso. ¿Qué hacía Jane tratando de atacar a Melissa? Mi madre se abalanzó contra mi cuando vio mis intenciones de ir a ayudar. Me sujetó de los brazos al igual que Alice. En ese momento apareció Demetri. Papá lanzó un gruñido junto con Jasper. Sin siquiera preguntar o averiguar qué pasaba, Demetri se abalanzó sobre papá y Jasper. Jacob llegó por detrás y mordió el brazo del vampiro. Jasper despareció como un borrón y apareció junto a Jake. Empezaron a atacar a Demetri entre los tres. Mamá estaba demasiado preocupada como para sostenerme fuerte. La única que me tenía bien sujeta era Alice. Demetri trató de defenderse lo mejor que pudo. Embestía contra mi familia una y otra vez. Papá cayó al suelo en varias ocasiones pero se supo defender. Jasper recibió más mordidas sumando unas cuantas más a su historial. El que más me preocupaba era Jacob. No era por subestimarlo pero no su piel no era tan fuerte y si Demetri lo llegara a morder, sería fatal. ¿Qué pasaría si alguien de mi familia resultara herido? Fue cuando me hice esa pregunta que Demetri atacó a Jake por detrás. Escuché como se rompía su columna vertebral. Ere crujido fue devastador para mis oídos.
De mis pulmones salió un rugido combinado con un grito que asordó la esfera. Me solté de Alice y de todo aquel que me quiso agarrar. Ni Emmett tuvo la fuerza necesaria para detenerme. Corrí lo más rápido que pude y salte hasta quedar frente a Demetri. Comenzó a reír.
-¿Esto es todo lo que les queda?- preguntó de forma burlona-. No será difícil borrar a este estorbo del mapa.
Sentí unos brazos que me agarraron por la espalda. Era mi padre. Su semblante me mostraba todo lo que pensaba.
-Suéltame- grité-. Lo voy a matar…
Tiré mi cuerpo hasta soltarme del agarre de mi padre y mordí el brazo de Demetri. Hizo un mohín de dolor o tal vez de rabia. Arranqué un pedazo de piel para demostrarle que hablaba en serio. Su enojo fue tal que me lanzó y choqué contra un poste de luz. Escuché a Jacob rugir en señal del vampiro pero mi abuela lo retuvo. Mi padre se ocupó del trabajo que iba a realizar Jacob. Tiró del brazo de Demetri hasta zafarlo. El vampiro gritó de dolor. Cuando el brazo salió, sonó como metal cortándose. La cabeza me punteaba justo donde me había golpeado. Toqué esa parte con mis manos y sentí el líquido caliente por primera vez. La sangre empezaba a salir por mi cabeza lentamente. Mamá volteó a verme con cara horrorizada. Coloqué mi mano frente a mí y vi la sangre roja entre mis dedos. No olía como la sangre humana ni parecido. Era una mezcla de olores un poco de esencia humana y otro poco de vampiro. Era por eso que nadie perdía el control con mi sangre.
Demetri comenzó a reír cuando vio que me había lastimado. Tenía un aspecto más aterrador sin un brazo.
Casi me había olvidado de Jane cuando escuché su risa.
-Carlisle, no trates de salvar al humano ese. No vas a poder.
Ya me había olvidado del motivo por el cual estábamos aquí. Salvar a Andrew.
-Haré todo lo que tenga en mis manos para salvarlo- dijo mi abuelo perdiendo los estribos con Jane.
-¿Hasta transformarlo? –inquirió la bruja con una ceja alzada. Le había dado en su talón de Aquiles a mi abuelo. No iba a transformarlo y eso lo sabíamos todos.
-Si él no lo hace- dijo Melissa con expresión enfurecida-. Yo si lo hare.
-¿Estás segura de eso?- le preguntó Altea.
-Tan segura como lo estoy de que la noche es el momento más seguro para nosotros.
Fue con mi abuelo y comenzaron a platicar. Meli se llevo a Andrew lejos de donde estábamos. La cabeza me di un puntazo y me quejé. En menos de un segundo Carlisle estaba junto a mí. Me recostó en el piso y comenzó a hacer muchas cosas en mi cabeza. Sentí la aguja atravesar mi cuero cabelludo pero traté de no quejarme. Que mal que la anestesio o la morfina eran inservibles para mí. Jacob se encontraba lejos de mí pero ya estaba a salvo. Se encontraba fuera de la pelea. Estaba recostado y su respiración era acompasada. Estaba calmado. Eso me tranquilizaba.
Su mirada se encontró con la mía. Estaba preocupado por mí. Le lancé una mirada de “todo está bien”. Cerró los ojos. Trató de moverse y eso fue malo. Hizo una mueca de dolor que podría romperle el corazón a cualquiera.
Volvía escuchar el desgarre de un vampiro. Esta vez había tres vampiros luchando contra mi familia en lugar de dos. El recién llegado era un chico desgarbado. Tenía el cabello rojo como la sangre, lo cual hacía juego con sus ojos color borgoña. Tenía pecas en los pómulos y los labios carnosos. Era un poco más alto que Alec. Era tan alto como Alice y casi tan esbelto como ella. Aun así, era muy bueno peleando. Demetri se había quedado sin oreja izquierda. Tenía un aspecto horrible.
Cuando mi abuelo terminó con mi cabeza. Fui trastabillando hasta Jake. Abracé su pata y acaricié su lomo.
-Noa- dijo Demetri- a la pequeña y al lobo.
Los ojos se me dilataron cuando escuche la frase. Noa venía a atacarnos. No ahora si moriríamos. Mis padres estaban demasiado ocupados como para venir. Mis tíos estaban aun más ocupados. Altea y Alec se encargaban de Jane. No había quien nos salvara. Jacob estaba mal herido y yo no sabía pelear.
El vampiro corrió hacia nosotros y solo me bastó cubrir mi rostro con las manos. Que manera tan bruta de protegerme.
-¡Paren a esta lucha!- gritó una voz algo familiar.
En ese momento era lo único que escuchaba. Estaba dispuesta a morir cuando la voz llegó a salvarme. Mejor dicho, a salvarnos.
Alcé la vista y vi a tres vampiros que en algún momento fueron provocación de miedo para mí. Aro, Marco y Cayo estaban en el centro de toda la pelea. La expresión de Marco era como siempre aburrida, la de Marco, irritada y Aro esta vez no estaba en paz. Estaba casi tan enojado como Cayo. Su negro cabello hacía contraste con sus ojos ahora negros como el carbón.
-¿Qué es lo que ocurre aquí?- volvió a gritar Aro.
Voltee a ver a Demetri y vi que ya tenía su brazo y su oreja. Se me revolvió el estomago al imaginarme las partes uniéndose al cuerpo.
-Son unos traidores-. Vociferó Jane.
-¿En qué los hemos traicionado? – gritó mi padre.
-Prefirieron a esa que a nosotros.
-Los problemas que tengas con tu hermano no tienen por qué afectarnos.
-Estoy enterado de la pelea que hubo entre Jane y Alec. Pero esto es demasiado Jane.
Los ojos de Jane se dilataron al ver la contrariedad de Aro.
-Quiero que esto termine ahora- dijo con bramido de pantera-. No estoy dispuesto a que nos descubran por tus caprichos, Jane. Y tu Demetri, ¿Cómo te pudiste envolver en esto?
Demetri agachó la cabeza. Marco llegó y le dio una bofetada. El vampiro quedó tirado en el piso y no se levantó. Jane se cubrió los oídos con las manos y se agachó. Comenzó a gritar que lo sentía. Comenzó a insultarse y a gritar más alto. Alec fue con ella y la abrazó por los hombros.
-No vuelvas a caer otra vez en lo mismo, por favor-suplicó con acento dolorido-. Sabes cuales son las consecuencias de tus berrinches. ¿Quieres que te vuelvan a encerrar en ese cuarto oscuro?
-¡¡NO, no quiero!!
-Deja de hacer berrinches de niña chiquita. Eso funcionaba con nuestros padres pero eso quedó en el pasado, Jane. Llevas siglos haciendo lo mismo y esta vez no te va a funcionar. Ya deja el drama.
-¿Por qué?- preguntó Jane entre sollozos.
-¿Por qué, que?
-¿Por qué todos me odian?- gritó enronquecida-. En la vida nadie me ha querido nunca. Cuando éramos humanos nuestros padres te preferían a ti. Tú tenías amigos. Incluso después de habernos convertido, Aro siente una preferencia por ti por tener un don más poderoso que el mío. Y ahora que parecía que no podías ser más perfecto en algo, aparece Altea y te enamoras. Algo más que yo jamás podré hacer. ¿Por qué eres mejor que yo? ¿Por qué todos te prefieren a ti en lugar de a mi? Tú no eres mejor que yo.
-No, no lo soy- repuso Alec-. Te querrían más si no fueras como eres. Si te comportaras de una manera más agradable no habría problema. Lo de los dones es una estupidez. Aro no me prefiere a mí. Tu siempre has sido la consentida de Aro mientras a mi me tiene como si fuera solo una arma de destrucción masiva. Nuestros padres te adoraban. Si ellos vivieran ahora, te lo repetirían todo el tiempo.
-¡No es cierto!
-Sí lo es- repuso Alec-. Ese ha sido siempre tu problema. Te crees poca cosa. ¿Es por eso tu comportamiento tan hostil? ¿Quieres que alguien te quiera?
-¡¡SI!!- gritó con estruendo-. Lo único que quiero en la vida es que me quieran. Tú eras el único que me quería en algún sentido pero después de que llego tu novia te olvidaste de mí.
No quise seguir escuchando así que me giré hacia Jake y me puse a tararear una canción tranquila. Gran forma de terminar mi día, herida, habiendo sido amenazada de muerte y tirada en la acera junto a mi mejor amigo que por si fuera poco estaba más herido que yo. Que estupendo.

3 comentarios:

  1. wow!! k intenso estuvo eso XD
    ahhh i el final estuvo lindizimo jeje
    mmm pro aora boi a kerer k ia subas el sigient
    capitulo haaa =D
    uii maye k tuz idas zigan cresiendo ehh
    a eso k :S je

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  2. ia pude ia pude (comentart) yupi!!
    ..amm..
    weno pro t segua diciendu...

    k esperare el sigient capitulo
    (creeme k lo esperare) i ojala k nessie cresca rapidin para k este con jacob :P

    un saludote para ti Maye*

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  3. gracias y no te preocupes qe en unos 3 capitulos mas crece Nessiie yo igual qiero qe este con Jake <3 :P

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