18° Frenesï Alimenticio.

-Lo siento- dijo el chico-. No sabía que había alguien mas aquí. Pensé que estaba solo.
-Si, lo mismo pensé yo- dije tratando de no respirar. El pobre chico estaba en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. Yo estaba de caza.
-No quiero molestar pero- dijo el chico mordiéndose el labio-. Te pareces a alguien que conocí ayer.
-¿Yo?
-Si- respondió tratando de sonar serio-. ¿Conoces a Renesmee?
-Oh- dije sorprendido. Ese humano conocía a la hija de Edward y Bella-. Si, es mí… sobrina.
¿Mi sobrina? Yo no era un Cullen pero si nos veía un parecido era mejor mentir.
-¿Ella sigue aquí en Roma?
-No por mucho- dije soltando mi última bocanada de aire puro-. ¿Sabes? Le diré que te encontré, ¿Cuál es tu nombre?
-Andrew.
-Claro, yo le digo pero, me tengo que ir. Nos vemos.
La sed me estaba volviendo loco. No me quedé a escuchar lo que dijo al final. Traté de ir a paso humano hasta que quedé fuera de su vista. Comencé a correr y un puma se cruzó en mi camino.
Qué suerte. Calmé mi sed con ese felino y decidí volver a casa. Casa. ¿Regresaría con los Vulturi? Yo era un Vulturi. Era extraño pensar en mi familia como tercera persona del plural. Ellos.
Salté a la copa de un árbol y fui saltando de árbol en árbol hasta llegar al perímetro. Altea me estaba esperando antes de llegar a la gran casa. Como si fuera magia, mi mal humor se desvaneció por completo. Era como nunca haber estado mal.
Me acerqué y me dio un tierno beso.
-¿Es cierto?
-¿Qué cosa?
-¿Cazaste animales?- preguntó mi amada con una mirada de extrema satisfacción.
-Eso intenté pero…
-¿No pudiste? Alice dijo que si podrías, no sé si se pueda equivocar pero…
-Si pude- la interrumpí sonriéndole de oreja a oreja-. Por un momento pensé que no me iba a controlar pero lo logré. Debo decir que los animales no tienen buen sabor pero, me acostumbraré.
-¿Entonces por qué el pero?
-Porque me acerqué mucho a la ciudad y me encontré a un chico a mitad de la caza. Estuvo hablando conmigo un rato y luego me fui.
-¿Tuvo el valor para hablarte? La mayoría de los humanos huyen de nosotros.
-Sí, me habló y creo que Renesmee es la razón por la que me habló.
Una risa retumbó en la casa. Emmett.
Se escuchó cómo se rompía una pared y salimos corriendo a ver qué pasaba. Emmett había atravesado una pared y el lobo echaba humo por las orejas, literalmente. Todos habían estallado en risas pero no tan ruidosas como las de Emmett. Los únicos que no reían eran Carlisle y Esme.
Bella y Renesmee no estaban. Edward dejó de reír cuando pensé en ellas dos.
-Fueron de caza después de ti- dijo y la pequeña Alice me guiñó un ojo. No estaba acostumbrado a tanta hospitalidad por parte de nadie. Se sentía extraño. Se sentía… bien. Si no volvía con los Vulturi, sería muy agradable tener una vida así.
Esme regañó a Jacob por haber empujado a Emmett contra la pared y a Emmett por haberse burlado de Jacob. Los dos bajaron la cabeza avergonzados y le pidieron disculpas a Esme, a Carlisle y luego a Melissa y Altea. Me dio risa como se veían tan arrepentidos.
Edward trataba de disimular su preocupación por los celos que despertaban por parte de Jacob hacia Renesmee. El sabía que tarde o temprano Renesmee vería a Jacob como el ve a Bella o como yo veo a Altea, claro que el preferiría que fuera mas tarde que temprano. Aunque los celos de Jacob fueran a causa de temor por perder a su mejor amiga, eran celos y los celos siempre demuestran un amor mas grande que el de la amistad. Altea me contó lo que le dijo Melissa sobre el tour de Jacob y Renesmee ayer. Al parecer no solo era Jacob el que sentía celos. La chica del nombre Dalila había puesto a Renesmee como una fiera. Lo que mas me dio risa fue cuando fueron a comer y la niña trató de darle celos a Jacob con el mesero que era el mismo chico que estuve apunto de matar. Me sentí mal por eso.
Bella y Renesmee regresaron cerca del crepúsculo. Todas las conversaciones sobre la imprimación de Jacob a Renesmee cesaron. Alice comenzó a planear la fiesta de despedida. Renesmee se unió a ella con demasiado interés. Si pasaba toda su vida con ella, terminaría teniendo esa obsesión por la moda como Alice. Edward se rió por mi pensamiento. ¿Podrías no prestarle mucha atención a mis pensamientos por favor? Ya es demasiado haber pasado siglos con Aro. Articuló una disculpa y abrazó a su esposa. Subí las escaleras junto con Altea hacia su habitación. Me sentía tan nervioso. Estaba hecho un completo manojo de nervios. Sabía que pasaría esta noche.

Al amanecer, estaba de un humor excelente. Saludé a todos al bajar. Renesmee y Jacob aun dormían. No recordaba que se sentía dormir. Siento que era una perdida de tiempo. El tiempo se aprovecha mejor si no duermes. Claro que, siendo inmortal, el tiempo no importa. Alice siguió planeando la fiesta. Se preocupaba demasiado por una fiesta que no tenía mucho sentido y a la que solo asistiríamos nosotros trece. Cuando Renesmee despertó, se levantó con… hambre. Cuando Bella le preguntó que quería desayunar, respondió con una sonrisa que quería pizza. Esme preparó su pizza y Renesmee se comió casi la mitad. El olor a pizza recién hecha despertó a Jacob. Se comió el resto de pizza que dejo Renesmee y Esme le hizo otra mas porque “no estaba satisfecho”. Me sorprendía la cantidad de comida que ingerían esos licántropos.
El día pasó muy rápido. Tal vez tenía mucho que ver con la compañía. Desde la mañana hasta la tarde, tuve la mano de Altea enganchada a la mía. Fue cuando hablé con Renesmee que tuve que soltarme de ella a regañadientes.
-¿Sabes a quién me encontré?-pregunté a Renesmee con rostro inexpresivo recordando lo sucedido. Ella malinterpretó mi expresión.
-¿Jane?
-Oh no, claro que no-dije poniendo cara de asco-. Me encontré a un chico que preguntaba por ti.
-¿Por mi?
-Si-dije observando comos se ruborizaba-. Es alto, unos quince años, cabello rubio, ojos azules…
-¿Andrew?-preguntó abriendo lo ojos sorprendida-. ¿Dónde lo viste?
-Digamos que estuvo a punto de ser mi cena- su expresión se horrorizó-. Pero me detuve justo a tiempo. Creo que nos encontró un parecido y adivinó que te conocía. Tuve que decirle que era tu tío para disimular la palidez, y todo eso. El quería saber si seguías aquí en Roma. Y se mostraba muy interesado por ti. Bueno no es que yo este muy interesado ¿verdad?
-Debería llamarlo, tal vez invitarlo a la fiesta de despedida- luego pareció hablar para ella misma-. No creo que sea buena idea invitarlo a una fiesta de vampiros. Mucho menos si Jacob está para estrangularlo. Si, sería mala idea.Me alejé de ella para dejarla reflexionar y me fui con Altea que estaba viendo la televisión con Melissa y Rosalie. Me recosté en el sillón y ella se recostó en mi regazo. No sabía lo que pasaban en la televisión.. Me la pase el resto del día observando detalladamente cada una de sus facciones, la forma de sus labios, sus hermosos ojos dorados, su perfecta nariz… todo. De vez en cuando me miraba y se avergonzaba pero no me importó. No quería desperdiciar ningún segundo que pasaba con ella. La amaba demasiado como para desperdiciar el tiempo viendo estúpido programas tontos.
Todos tenían cosas importantes que hacer. Rosalie se fue con Emmett y no tuve intensiones de preguntar a donde. Alice y Jasper tuvieron uno de sus momentos en el que se miraban por horas sin mirar a otro lado. Se miraban con amor. Carlisle y Esme tenían una relación muy parecida a la que tenían mis padres cuando vivían. No podían estar enojados el uno con el otro. Todo lo que hacían era consultado antes de hacerse con tal de no enojarse. Era una clase de amor con organización y compasión. Era extraño. Edward y Bella tenían la relación mas extraña que jamás había visto. Era como si Edward fuera el mar y Bella la Luna. Había una especie de magnetismo entre ellos, no podían estar separados el uno del otro. Jacob y Renesmee tenían una relación muy graciosa. Eran los amigos mas sensibles del mundo. Cualquier cosa que hiciera Renesmee, hacía que Jacob se enojara con ella y viceversa. Melissa, según Altea, siempre había sido muy solitaria. Una vez tuvo un compañero pero el la dejó a los pocos años. Nada de esto se había comentado hasta esta noche cuando Altea y yo hablábamos. Las relaciones vampíricas son muy fuertes, era demasiado raro, casi imposible, encontrar casos como los de Melissa. No sé cómo funcionaba nuestra relación. Con el tiempo lo sabría.
En el día, Renesmee y Jacob tuvieron aproximadamente ocho peleas. Todas por causas demasiado estúpidas. Aun así era entretenido verlos.
Cuando fue hora de dormir, para Renesmee, Edward y Bella subieron para arroparla. Una gran tontería ya que estos días había hecho mucho calor.
Jacob subió detrás de Bella, pisándole los talones y junto a él iba Renesmee. Luego de diez minutos, regresaron, esta vez sin Renesmee. Rosalie y Emmett subieron a su habitación y era obvio que no los veríamos hasta el día siguiente. Pronto todos fueron subiendo a sus habitaciones menos Melissa, Altea y yo.
Melissa insistió en que no le importaba quedarse sola. Quería leer un poco. Estuvimos con ella unas horas más y luego subimos así terminaba un día más.